Vedanta es el conocimiento que se encuentra en la parte final de los Vedas, conocidos como upanishads, versos dedicados al autoconocimiento. La esencia de esta enseñanza es la identidad entre el buscador y el buscado. Vedanta habla de lo que el individuo, el universo y Dios tienen en común, por diferentes que parezcan. Comprenderse a uno mismo como la propia paz y felicidad es lo que llamamos moksha, liberación, la meta última del ser humano. Y vedanta es el medio para moksha, el conocimiento del Ser pleno libre de limitaciones. Es una enseñanza de tradición oral y su método consiste en escuchar, reflexionar y contemplar.
No hay preparación ni requisitos previos para el estudio de Vedanta, todo lo que necesitas es un deseo de estudiar y comprender, y una mente tranquila y madura que pueda cuestionar el mundo que te rodea y a ti mismo. En la tradición védica hay una serie de prácticas, una verdadera forma de vida que prepara la mente para comprender y asimilar este conocimiento. Ese estilo de vida es el Yoga. La riqueza de la tradición védica se revela en Vedanta y sin una vida de yoga, no se logra la comprensión.
Una vida de Yoga implica actitudes y valores. Conociendo y dominando la propia mente, como diría Arjuna en el Bhagavadgita, "es más fácil contener el viento". Por eso la meditación es fundamental para estudiar. El trabajo de ásana y pranayama también es precioso. Hablamos de cuerpo y mente como separados por razones didácticas, hay un cuerpo físico y un cuerpo sutil, y un prana que mueve a ambos.
En una postura física trabajamos la mente, la respiración, el metabolismo, la espiritualidad, lo simbólico. El cuerpo es nuestro instrumento más poderoso, es lo que hace posible el momento presente, el ahora. Con nuestra mente en unos segundos podemos ir a la luna, a la playa, a escalar una montaña al otro lado del mundo. No con el cuerpo, está donde está y punto. Y es en el ahora que estamos completos.
Marina Gante es maestra de Vedanta, terapeuta reichiana, bióloga, documentalista y buscadora de sí misma. Inició sus estudios de yoga y meditación y pronto conoció a la maestra Gloria Arieira con quien comenzó a estudiar en 1999. Realizó viajes a la India donde tuvo la oportunidad de estudiar con Swamiji Dayananda Sarasvati y también de realizar peregrinaciones a templos y lugares sagrados.